Pero esta joven setter llega a mis manos con un defecto muy común en muchos perros de caza, el cobro. Sua, como tantos otros perros de caza que llegan a nuestro centro, cuando cobra la pieza en vez de hacer una buena entrega a su dueño tendía a esconderla. Otros perros enterran la caza, la "machacan" o simplemente huyen con ella.
En este caso, el efecto del dueño al reñirle a Sua, hacía que esta soltara la pieza, desentendiendóse de la misma. Pues bien, para corregir esta conducta hemos trabajado con Sua en primer lugar la llamada, hasta tener un 100% de fiabildad.Esto quiere decir, que a la primera vez que mandamos a Sua el comando de llamada (aqui, silbato o el que querais) esta acude sin ningún tipo de titubeo a nuestro lado. Con Sua nos hemos ayudado del collar de impulos eléctricos.. Recordar que la llamada es la base para poder realizar el cobro, ya que si vuestro perro no acude, de malas maneras os traerá la pieza.
A continuación os dejo el video donde podeis ver a Sua en acción y como después de 15 dias de trabajo Sua cobra y trae la codorniz que le lanzamos a la primera.